miércoles, 3 de septiembre de 2008

Detenida

El tiempo detenido en cada uno de mis pasos me recuerda la nostalgia que aún guardo. El cielo se oscurece, las calles aún tienen movimiento, los caroos, la gente y yo, parada, inmóvil. Observo como el mundo se mueve a mil y yo tan solo a cien. Me encojo, desaparezco como un efímero recuerdo de invierno. Me convierto, una vez más, en nadie. Todo sigue, todo avanza. Yo me quedo.
Diosa Maldita.

No hay comentarios:

Mi twitter

Mi lista de blogs